jueves, 3 de abril de 2008

Plan México: las garras del aguila en la tierra azteca

George W. Bush y Felipe Calderón durante la visita del mandatario estadounidense a México




“México va a ser una plataforma para la nueva estrategia continental de Estados Unidos, igualando lo que procuró hacer en Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia”, afirmó Jorge Lofredo, Licenciado en Ciencia Política, periodista y miembro del Centro de Documentación de los Movimientos Armados (CeDeMa). Lofredo disertó en un encuentro de las Cátedras Bolivarianas, coordinado por Carlos Aznarez. Su discurso, fue un recorrido sagaz e inteligente de los actuales conflictos que enfrenta el país azteca, sumados al proyecto imperialista del Plan México, remarcando el estado anárquico en el que están sumergidas varias zonas del territorio. En la conferencia se exhibió un largometraje titulado El Violín, de Francisco Vargas, que refleja de un modo crudo y visceral, las violaciones, asesinatos y vejámenes psicológicos que sufren los sectores pobres y desprotegidos en México por parte de las fuerzas “pacificadoras” del gobierno de Felipe Calderón.

“El Plan México está impuesto por Estados Unidos, pero en complicidad y coordinado legalmente por el gobierno del presidente mexicano Felipe Calderón”, declaró Lofredo y agregó que sería un perfeccionamiento del tratado Puebla – Panamá, sumándole más de mil millones de dólares, equipos de ultima generación para combatir el narcotráfico, entrenamiento de fuerzas mexicanas por pares norteamericanos y vehículos aéreos y terrestres fuertemente armados. El periodista, destacó la existencia de dos frentes principales a los cuales estaría abocado el plan gestado entre los dos países limítrofes.


Plano militar y económico

“El aspecto militar viene a continuar lo que el gobierno de Felipe Calderón lleva adelante en los denominados operativos conjuntos”, señaló. Estos operativos no son más que meras fachadas en pos del combate al narcotráfico y la delincuencia, que sólo logra sembrar pánico mediante la brutalidad impune, perpetrada por soldados, policías y agentes infiltrados de inteligencia. “En el norte mexicano, donde se plantea la mayor presencia del narcotráfico y de mayor simpatía política hacia el Partido Acción Nacional (PAN), el gobierno sólo ha llevado a cabo un operativo conjunto, más precisamente en el Estado de Tamaulipas”, afirmó Lofredo, y continuó ahondando en el tema al señalar: “el resto fue apuntado básicamente al sur. Esa región mexicana se caracteriza por ser mayoritariamente indígena y pobre, en contraposición al norte, que es blanco y rico. También está marcada por los focos de insurrección, la mayor cantidad de votos a Manuel López Obrador y el tráfico humano”.

La iniciativa Mérida, como también es denominado el Plan México, al mismo tiempo se refiere al asesoramiento y presencia de soldados norteamericanos en territorio mexicano. “Esto no quiere decir que no existan soldados norteamericanos en México. Significa que la situación se va a blanquear”, afirmó Lofredo. Luego, el miembro de CeDeMa agregó que “las fuerzas militares o personas serviles a la administración Bush, se infiltran mediante gerencias bancarias o de asesores de negocios en diferentes empresas de capital estadounidense”. El periodista destacó que “hasta la derecha está poniendo en duda la legalidad y legitimidad del plan México” y nombró algunas de las primeras empresas que están llegando detrás del tratado, como Halliburton y la compañía contratista Blackwater. “El periodista Carlos Fazio, llegó a la conclusión que estas dos empresas están seriamente cuestionadas por el desparramo que armaron en Irak. Lo que pasó en ese país, es lo mismo que se intenta reproducir en el territorio mexicano”, destacó Lofredo y señaló que “se está exportando una psicosis (en relación al terrorismo y miedo que pregona EEUU) que acarrea un negocio monumental”.


Para Lofredo, a partir de la injerencia militar estadounidense, se esta procurando el arribo definitivo de empresas norteamericanas para reproducir negocios, que hasta hoy la ley mexicana se los prohibía. Puntualmente relacionados a privatización de Petróleos Mexicanos (Pemex), uno de los mayores proveedores y más cercanos a Estados Unidos para los próximos 20 años. “Hoy Pemex, que fue atacado dos veces por el Ejército Popular Revolucionario (EPR), fue reivindicado por el gobierno de Calderón como una empresa mexicana para definir a los ataques del EPR como atentados en contra del patrimonio mexicano. Pero no hay que olvidar que Pemex está privatizada en un 60 por ciento. Entonces habría que considerar hasta que punto es un ataque es en contra del patrimonio mexicano”, señaló el periodista.






Plano político y social

En México, se plantea un panorama político donde el gobierno oficialista está siendo machacado por el fantasma del fraude electoral. “Lo que está en juego en México es la legitimidad y legalidad del estado mexicano”, advirtió Lofredo. En la actualidad, el 60 por ciento de los mexicanos no considera a Felipe Calderón como presidente legítimo, quien en las elecciones del 2006 dejó en segundo lugar a Manuel López Obrador. Para intentar fortalecer el gobierno azteca y perpetrar un estado títere, el Plan México “contiene un componente contrainsurgente muy fuerte que muestra una nueva faceta: la de permitir, provocar y fomentar el caos en una zona geográfica determinada, como ocurrió el 2006 en Oaxaca”, afirmó Lofredo. “La anarquía que se esta generando en México se puede interpretar de dos maneras: como un hecho de provocación y una falencia del campo popular”, sostuvo y agregó que “hay que poner un poco más de política y no solamente un hecho insurreccional, que acabe en una sola consigna”. El periodista hizo hincapié en que la Asociación Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO)
, con un amplio respaldo en la población, carecía de un programa político mínimo y sólo se limitaba a la caída del gobierno de Ulises Ruiz Ortiz (gobernador de Oaxaca desde el 2004). No poseía una propuesta seria y contundente, que pudiese llenar de contenido el vacío que el movimiento social y popular estaba logrando en el proceso de deslegitimación de las autoridades locales.

Lofredo destacó que, a pesar de algunos puntos esenciales excluyentes entre sí, “López Obrador y el EZLN están mostrando que pueden formarse dos grandes frentes en repudio a la política oficial de Calderón. Esto sería un hecho casi inédito en la historia mexicana”. También remarcó la tarea que lleva adelante el EZLN al intentar vincular los sectores indígenas, el movimiento obrero y social. Por ultimo Lofredo planteó que si se privatiza en su totalidad Pemex, se efectiviza la presencia de soldados estadounidenses en México y se agravan las debilidades del gobierno, “estará planteado un cuadro de una anarquía muy importante, que se sabe dónde empezó, pero es muy difícil poder suponer dónde y cómo puede terminar”.



Por Ezequiel Alvarez